El Edén de Carussa

El otro lado del Averno

8.9.05

Esas letras de nuestra vida

Hay veces que algo tan pequeño como una canción, puede encerrar toda la historia de una vida. No hace falta que te guste ni el cantante, ni el estilo, ni la música, pero la letra se te pega a la piel, no se te va de la cabeza y no puedes dejar de ver todas las verdades que en ella se dicen de ti.
A mi me pasa a menudo, demasiado.
Otras veces una canción recuerda a una persona o un momento determinado por haberla oido. O por haberla cantado. Krahe, Krahe, Krahe... La Mandragora... Un burdo rumor. ¡Qué gran canción!
Es imposible que la oiga y no me acuerde de mi pequecho adicto al Bacardi Limon, la cantabamos a todas horas. Eso y cualquier otra cosa era motivo de chiste. Siempre alegre, siempre feliz. Aquella amistad era cuasi-perfecta. Era tanto el cariño, tan fraterno, tan enternecedor y tan alejado del amor.
Ha pasado mucho tiempo, supongo que hay cosas que han cambiado, pero me llevo el recuerdo de haber conocido al mejor amigo que puedo tener.
Esto más que un post es un tributo.

3 Comments:

At 2:26 a. m., Blogger *Sara said...

A min tamén me pasa moi a miúdo iso de escoitar unha canción e pensar en min, en alguén, en algo que me sucedera... En sentirme identificada, vaia.
Unha estrofa, unha liña, unhas notas... ás veces, evocan máis sentimentos e pensamentos que calquera outra cousa. Unha profesora que tiven de filosofía, explicáranos que moitas veces iso se debía a que, aínda que non nos deramos conta, en moitos momentos da nosa vida hai un fío musical de fondo, que ás veces ata nos resulta imperceptible. Entón, se nos pasaba algo no momento en que soaba determinada melodía, cada vez que a escoitaramos de novo traería consigo o recordo dese momento vivido.
Esa é unha explicación demasiado lóxica, pero é bonita. Sexa como sexa, a música é marabillosa e, unida ás boas lembranzas, aínda máis.

 
At 6:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

mas fuerte que el sonoro,es el recuerdo olfativo.si lo experimentais os vereis transportados al pasado de la forma mas brutal que dan las posibilidades de la ciencia actual.

 
At 3:40 p. m., Blogger Ruambo said...

Cierto, doctor enfermo. Véase el olor del pelo d una fémina a la que estuviste unido sentimentalmente. Y sólo es un champú...

 

Publicar un comentario

<< Home